6 banderas rojas para evitar en tu proceso de cambio

Cómo enfocarte hacia tus Objetivos de forma efectiva

Vivimos en un constante reflejo mental de lo que va a pasar.
Anticipamos lo que queremos y las consecuencias de la película.
Un tráiler de los finales posibles.
Felices y no felices.
Solemos adelantar finales de terror para estar preparados para “lo peor que pueda pasar”.
Es una de las funciones principales de nuestro cerebro: pensar, pensar y pensar.

Creencias que nos limitan para conseguir nuestro Estado Deseado

Creencias

¿Has sentido esa sensación alguna vez?
Un estado interno muy sutil que te dice que eso no es para ti.
Que no lo vas a lograr.
Que muy difícil o que de alguna forma no eres capaz.
Se trata de nuestra voz autocrítica interna.
Y es importante que no la demonices ni que creas que está ahí para fastidiarnos la vida. Simplemente se trata de un mecanismo de supervivencia que intenta de alguna forma liberarnos de:

La tensión o ansiedad que nos supone el cambio.
Anticipar fracasos en nuestra mente, para “estar preparados” si pasa de verdad y no llevarnos el chasco.
Porque no nos engañemos: todos tenemos nuestra mochila de decepciones variopintas.

Esta voz, a veces aparece en forma de Diálogo interno y tiene una voz muy fuerte. Otras nos vienen a la mente como una imagen de historias para no dormir.

Está tan integrada en nosotros, que ya casi no distinguimos si forma parte de nuestra esencia o no. Y esto puede llegar a ser muy dañino para nuestra autoestima.

Básicamente, cuando de conseguir objetivos y metas se trata, nuestra voz crítica suele cobrar vida en estos mensajes:

No me lo merezco
No soy capaz
Es imposible
La clave es identificar este pepito grillo y responderle con una voz más sana, que nos potencie a lograr lo que nos proponemos.

Claro que sí, soy igual de valioso que otro ser humano.
¿Qué recursos tengo para ello? ¿cómo puedo adquirir las capacidades que me faltan? ¿Qué evidencia tengo de que sea imposible?

Finalmente, otra reflexión que añadiría sería, ¿qué sería lo peor que pasaría si no lo consigo?

Porque muchas de nuestros finales de terror, no son sino un parque temático de nuestra imaginación.Además, aunque pongamos nuestro mejor Yo en el ruedo, pero la vida no es tan estática. Existen infinitos confluyendo de los que no tenemos control.Y aceptarlo nos libera.

Cuando el Querer es Poder nos hace olvidar el CÓMO

Normalmente cerramos las campanadas de año nuevo con una lista de Propósitos que pululan por nuestra mente:

Terminar un curso… O empezarlo
Apuntarse de una vez al gimnasio
Leer más
Viajar a ese lugar de mis sueños
Y un largo etc.

La energía de año nuevo es motivadora. Yo personalmente prefiero septiembre, ya que siempre ha sido el nuevo curso escolar para mí. Pienso que esta energía renovadora puede convertirse en una palanca de acción muy conveniente y que nos beneficia.

Pero también pienso que si no gestionamos capacidades como:

La planificación.
La capacidad de organización.
Estado de paciencia y constancia.
Conexión con nuestro Para Qué lo hacemos.
Fuerza de voluntad…
Estos Propósitos quedarán en el cajón de sueños no resueltos.

Porque no basta con desearlos y pensar que todo es posible. También debemos entrenarnos y desarrollar nuestras habilidades. La mayoría de los objetivos bien definidos y realistas fracasan en la puesta de la escena por haber ignorado el CÓMO. No estamos locos y sabemos lo que queremos, pero…
¿Cómo lo hago?, ¿en qué plazos?, ¿qué estado emocional y mental necesito generar?, ¿qué debo soltar?, ¿qué debo priorizar?

En definitiva, ¿cómo hacerlo de la forma más efectiva y saludable para mí teniendo en cuenta mis necesidades, capacidades, valores y entorno?

Atragantarse con el Elefante o la Autoexigencia despiadada

A veces tenemos que ajustar el objetivo porque de hecho es poco factible o realista.  Aquí es dónde podemos dar paso a nuestra Creatividad y buscar alternativas a nuestro Estado Deseado.Generar pensamientos y soluciones desde la Flexibilidad se convierte en una garantía de salud en nuestros procesos de cambio.El “Impossible is Nothing”, puede llegar a convertirse en un mantra peligroso más propio de una fantasía Disney. Es importante conocerse y ser capaz de ajustar el Objetivo hacia una meta más realista.Y eso está bien.

Precisamente, un proceso de Autocoaching saludable debería incluir este tipo de ajuste y flexibilidad.Porque hay cambios que requieren un importante cambio a nivel hábitos, mentalidad, comportamientos… Y alinear todos los niveles neurológicos de una persona en pro del cambio supone una gran inversión de energía. Especialmente, el cambio de creencias es lo que más consume.

De forma simultánea, podemos reconocer que no tenemos todas las capacidades que necesitamos y permitirnos pedir ayuda.
En este sentido resulta vital el Autoconocimiento y la humildad de ser consciente y recurrir al apoyo de otros.

La ilusión de No Puedo Ser Feliz hasta que lo consiga

“Hasta que no cambie de trabajo… no estaré bien”; “Tengo que conseguirlo”

Estas son algunas de las frases comunes que pronunciamos cuando estamos deseando cambiar una situación y tiene sentido, porque buscamos eso: la felicidad. Forma parte de nuestra naturaleza el esperar que cuando una realidad cambie a favor de nuestros valores, intereses y deseos, nos sentiremos bien. Que toda lucha habrá acabado.

Sin embargo, hay que poner atención al lenguaje.

¿Por qué hipotecamos nuestras emociones a un momento futuro mejor?

Y si nunca logramos ese trabajo o esa casa soñada, ¿seremos incapaces de ser felices?, ¿perderemos esa oportunidad para siempre? La idea es que viajes hacia la senda de tus objetivos desde un lugar de abundancia en el Aquí y Ahora. Porque nadie te garantiza que vayas a cumplir tus objetivos al 100%x100%.

Aunque tú hagas todo lo que está en tu mano, confluyen infinitos factores que no están bajo tu control. Por eso, ese “ya estaré bien, cuando—“, es una bandera roja en el coaching. Si avanzas hacia tus metas desde un lugar de carencia, lucha, queja y victimismo, la energía se te fugará a raudales y además no contarás con el foco, claridad y energía que se necesita para divisar las oportunidades que se te presenten en el escenario de tu vida.

“Fake it, until you make it”, este lema americano lo recoge de forma muy directa.

Evitando entrar al trapo de las comparaciones odiosas

Corresponde a otro agujero de fuga energética. Es inevitable compararse, ya que se trata de un mecanismo heredado de nuestros ancestros prehistóricos. En los tiempos de las cavernas, era clave analizar nuestro posicionamiento en el grupo y detectar la influencia de cada uno de los miembros: quién era el líder, quién influía en quién, así como los diferentes roles. El hecho de ser importante para el grupo podría significar la supervivencia o no en un momento dado.

¿Quién me va a salvar cuando venga el león?

De forma inconsciente repetimos este patrón heredado de compararnos con los demás y nos perdemos en un mar de proyecciones externas. Lo importante, antes de definir cualquier estado deseado o meta a conseguir, es que te dediques un tiempo de autoconocimiento.

¿Qué es lo que quieres tú para ti?, ¿para qué es importante para ti?

Cada uno tenemos nuestras circunstancias, valores, creencias y talentos. Es importante que estés conectado con ese Para qué. Y que no te compares con el ritmo que tienen los demás. Cada uno tiene sus circunstancias y recursos de tiempo, energía, capacidades, atención, etc. Tú tienes las tuyas y están perfectamente bien como son. La comparación es la antesala de la desconcentración y pérdida de conexión con tu Para qué.

¡Atención! Lo que sí es potenciador cuando preguntas a los demás por sus estrategias de transformación para conseguir sus objetivos. Modelar el comportamiento de otros mentores puede ser revelador. Siempre que lo hagas desde un rol de científico y con curiosidad, en lugar de sentirte pequeñito e inferior.

Olvidarte del Presente para vivir en un mundo ideal Futuro

Futuro y Presente deben convertirse en aliados para conseguir tus objetivos. Encontrar el equilibrio entre la conexión con lo que ocurre ahora y la proyección futura es necesaria.

¿Te imaginas la energía que nos va cuando vivimos en el futuro? ¿Lo que nos perdemos de lo que sí está ocurriendo?

Con la práctica de Mindfulness podemos entrenarnos en la gestión de nuestra Atención: nuestro principal recurso del cambio. Porque en el momento presente habitan las oportunidades y la puerta del cambio futuro y el camino ser capaz de identificarlas para por tener una mente clara y en calma. Aquí y Ahora.

Buena travesía hacia tus objetivos 😊

Sobre el autor

Elisa Galacho: Voluntaria de Girls in Tech Spain


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